por: The Other
Un poco de mi historia parte 1:
(Publicado originalmente en la primera versión de Evoluciona o Muere! A principios del 2008).
[…corre el año 2007…] No tenía pensado sobre qué elaborar un post, pero encontré mi vieja libreta de feedbacks* y se me ocurrió hacer una serie de post durante este mes, basados en las anotaciones que hacía en mi libreta, abriéndola al azar, y escribir basado en lo que encontrara, y aquí voy con la primera parte:
Tenía un trabajo temporal en una empresa contratista de proyectos industriales, era un trabajo por contrato de un mes, no pretendía seguir trabajando en esa empresa, ya que como siempre, mis metas de recorrer el mundo tocando en una banda de metal, empezaban a chocar con lo que la empresa demandaba de mí. Alrededor de las 10:00 am podía disponer de una hora de receso, por lo que durante las dos últimas semanas había estado asistiendo a una cafetería con mucha luz y grandes ventanas a relajarme y comer algo.
El sol lucia con fuerza y el reloj me sonreía dando las 10:00am. Antes utilizaba mi tiempo libre para dedicarlo a la música, pero durante los últimos 14 días, lo había dedicado a leer, escribir mis notas y opiniones en mi libreta, pero sobre todo escribía mis feedbacks de lo que ocurría al practicar algunos ejercicios y rutinas.
Entré a la cafetería y al voltear a la izquierda para dirigirme al área de las mesas, la volví a ver, estaba sentada justo frente a mí, era una chica de unos 27 años, tendría una altura de aproximadamente 1.60m, poniendo atención su piel mostraba pequeñas imperfecciones debido a que su maquillaje era muy escaso, su cabello castaño claro solo estaba amarrado con una dona elástica quedando una coleta que llegaba apenas a la espalda alta, su vestimenta parecía más bien cómoda, unos jeans azul claro los cuales lograban detallar su figura, de cerca podías darte mejor cuenta de su belleza, supuse que ella prefería vestir así debido a que trabajaba en un almacén de utilitarios para la industria.
Lo sabía, porque una semana antes la había abordado con una frase de entrada del tipo “observa-pregunta-elogia”*, no lo había hecho tan bien, pero por lo menos logre que sonriera, de la nada estaba hablando cómodamente con una perfecta desconocida, aun que sentía que todo el mundo nos miraba y escuchaban lo que yo decía. Me dio información suya como de su trabajo y su horario, pregunto mi nombre y me dijo el suyo – Me llamo Xxxxx. Hasta ahí había quedado el asunto.
Me di cuenta que ella también me noto cuando yo entre a la cafetería, pensé en saludarla, pero ella se volteo a ver su teléfono celular como si no me hubiera reconocido. Bien pude haber interpretado eso como un IDI*, pero no fue así, no lo sabía. Esto creo una confusión en mi, y dude (un segundo) ya había pasado una semana, ni siquiera había conseguido su número – (dos segundos) sin duda ya se había olvidado de mi – (tres segundos) me invadió la ansiedad. Solo camine hacia las mesas y pase la de ella, mientras continuaba viendo su teléfono celular, me senté a una distancia de dos mesas después, había más gente y yo podía engañarme a mí mismo fingiendo que también no la había notado.
La regla de los 3 segundos es muy clara: tras localizar al objetivo, disponía de tres segundos para abordarlo. Es fundamental y reglamentaria para cualquier maestro de la seducción, algunos la completan con: solo tres segundos sin pensarlo ni darle vueltas al asunto. Mystery* se la enseño a Style* como el primer mandamiento de la seducción. Yo había fallado a esta regla.
Sentado en mi mesa, saque mi pequeña libreta y la abrí en la última hoja que había escrito, mientras que el mesero, un chico de unos 20 años bromista y con buena actitud me serbia un poco de café. Tenía escrita una nota de 9 renglones, acerca de un libro de Eric Berne, el creador del análisis conciliatorio, el titulo era “What do you say after you say hello?” (¿Qué dice usted después de decir hola?). La humanidad está infectada por una basura mental que afecta nuestra comunicación con los demás y la forma en que nos desenvolvemos a lo largo de nuestra vida.
¿Cómo podría tener idea de que decir después de decir hola, si ni siquiera sabía decir hola? Los 9 renglones de mi libreta decían:
- Para decir hola, primero deshacerme de toda la basura que se ha acumulado en mi cabeza, y reconocer que este hola nunca volverá a darse.
- Para devolver el saludo, deshacerme de toda la basura que hay en mi cabeza, ver que ahí, hay alguien que se está cruzando con migo, esperando que le devuelva el saludo.
La regla de los tres segundos ya no la podía aplicar, ya habían pasado como 300 segundos. Pero no podía detener mi aprendizaje solo porque había fallado. Disidí seguir el primer punto.
Así lo hice, incluso me deshice de todo lo que había percibido como agravios a mi persona. Mientras me acercaba a ella en un ángulo de 90 grados la confianza regreso a mí, de mi boca salió la palabra “hola” de una forma que nunca me había escuchado decirla, tal vez cuando era niño la decía igual, pero no lo recordaba.
En cierta forma, ella respeto el segundo punto y me devolvió el saludo:
- Te vi desde que llegaste, pero te pasaste de largo sin notarme; solo te pusiste a escribir en tu libreta – dijo ella como recriminándomelo. Estaba claro, me había notado y lo del teléfono celular había sido un IDI.
- Te reconocí en cuanto me senté, pero tenía que escribir algo urgente que tengo que recordar más tarde – conteste, como valorándome lo suficiente.
Al estar teniendo una respuesta positiva de parte de ella, tuve la oportunidad de llevar la conversación en cierta dirección. En un punto de la conversación dijo:
- La verdad es que no salgo mucho.
Adelante que me estaba levantando una barrera, pero repuso:
- Por mi situación.
- ¿Qué situación? – pregunte.
- Tengo una niña y soy sola, no tengo mucha oportunidad de salir – me explicó. - ¿Quieres ver su foto? – dijo con entusiasmo.
- Claro – respondí mostrando interés.
Había logrado avanzar de la nada, por un terreno de dificultades, con una mujer hermosa, y el destino ya me estaba poniendo otra vez a prueba ¿Por qué a mí?
Con el tiempo comprendí que si quería lograr algo con ella, necesitaría de una estrategia y un tacto diferente.
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[…presente…] En la versión original de Evoluciona o Muere! Este post se complementaba con otros más en los que se explicaban algunos de los términos utilizados aquí, pero actualmente no los tengo publicados, tal vez los vuelva a subir después, así que a continuación dejo una breve explicación de los términos usados en este post para quien no los conozca:
(Publicado originalmente en la primera versión de Evoluciona o Muere! A principios del 2008).
[…corre el año 2007…] No tenía pensado sobre qué elaborar un post, pero encontré mi vieja libreta de feedbacks* y se me ocurrió hacer una serie de post durante este mes, basados en las anotaciones que hacía en mi libreta, abriéndola al azar, y escribir basado en lo que encontrara, y aquí voy con la primera parte:
Tenía un trabajo temporal en una empresa contratista de proyectos industriales, era un trabajo por contrato de un mes, no pretendía seguir trabajando en esa empresa, ya que como siempre, mis metas de recorrer el mundo tocando en una banda de metal, empezaban a chocar con lo que la empresa demandaba de mí. Alrededor de las 10:00 am podía disponer de una hora de receso, por lo que durante las dos últimas semanas había estado asistiendo a una cafetería con mucha luz y grandes ventanas a relajarme y comer algo.
El sol lucia con fuerza y el reloj me sonreía dando las 10:00am. Antes utilizaba mi tiempo libre para dedicarlo a la música, pero durante los últimos 14 días, lo había dedicado a leer, escribir mis notas y opiniones en mi libreta, pero sobre todo escribía mis feedbacks de lo que ocurría al practicar algunos ejercicios y rutinas.
Entré a la cafetería y al voltear a la izquierda para dirigirme al área de las mesas, la volví a ver, estaba sentada justo frente a mí, era una chica de unos 27 años, tendría una altura de aproximadamente 1.60m, poniendo atención su piel mostraba pequeñas imperfecciones debido a que su maquillaje era muy escaso, su cabello castaño claro solo estaba amarrado con una dona elástica quedando una coleta que llegaba apenas a la espalda alta, su vestimenta parecía más bien cómoda, unos jeans azul claro los cuales lograban detallar su figura, de cerca podías darte mejor cuenta de su belleza, supuse que ella prefería vestir así debido a que trabajaba en un almacén de utilitarios para la industria.
Lo sabía, porque una semana antes la había abordado con una frase de entrada del tipo “observa-pregunta-elogia”*, no lo había hecho tan bien, pero por lo menos logre que sonriera, de la nada estaba hablando cómodamente con una perfecta desconocida, aun que sentía que todo el mundo nos miraba y escuchaban lo que yo decía. Me dio información suya como de su trabajo y su horario, pregunto mi nombre y me dijo el suyo – Me llamo Xxxxx. Hasta ahí había quedado el asunto.
Me di cuenta que ella también me noto cuando yo entre a la cafetería, pensé en saludarla, pero ella se volteo a ver su teléfono celular como si no me hubiera reconocido. Bien pude haber interpretado eso como un IDI*, pero no fue así, no lo sabía. Esto creo una confusión en mi, y dude (un segundo) ya había pasado una semana, ni siquiera había conseguido su número – (dos segundos) sin duda ya se había olvidado de mi – (tres segundos) me invadió la ansiedad. Solo camine hacia las mesas y pase la de ella, mientras continuaba viendo su teléfono celular, me senté a una distancia de dos mesas después, había más gente y yo podía engañarme a mí mismo fingiendo que también no la había notado.
La regla de los 3 segundos es muy clara: tras localizar al objetivo, disponía de tres segundos para abordarlo. Es fundamental y reglamentaria para cualquier maestro de la seducción, algunos la completan con: solo tres segundos sin pensarlo ni darle vueltas al asunto. Mystery* se la enseño a Style* como el primer mandamiento de la seducción. Yo había fallado a esta regla.
Sentado en mi mesa, saque mi pequeña libreta y la abrí en la última hoja que había escrito, mientras que el mesero, un chico de unos 20 años bromista y con buena actitud me serbia un poco de café. Tenía escrita una nota de 9 renglones, acerca de un libro de Eric Berne, el creador del análisis conciliatorio, el titulo era “What do you say after you say hello?” (¿Qué dice usted después de decir hola?). La humanidad está infectada por una basura mental que afecta nuestra comunicación con los demás y la forma en que nos desenvolvemos a lo largo de nuestra vida.
¿Cómo podría tener idea de que decir después de decir hola, si ni siquiera sabía decir hola? Los 9 renglones de mi libreta decían:
- Para decir hola, primero deshacerme de toda la basura que se ha acumulado en mi cabeza, y reconocer que este hola nunca volverá a darse.
- Para devolver el saludo, deshacerme de toda la basura que hay en mi cabeza, ver que ahí, hay alguien que se está cruzando con migo, esperando que le devuelva el saludo.
La regla de los tres segundos ya no la podía aplicar, ya habían pasado como 300 segundos. Pero no podía detener mi aprendizaje solo porque había fallado. Disidí seguir el primer punto.
Así lo hice, incluso me deshice de todo lo que había percibido como agravios a mi persona. Mientras me acercaba a ella en un ángulo de 90 grados la confianza regreso a mí, de mi boca salió la palabra “hola” de una forma que nunca me había escuchado decirla, tal vez cuando era niño la decía igual, pero no lo recordaba.
En cierta forma, ella respeto el segundo punto y me devolvió el saludo:
- Te vi desde que llegaste, pero te pasaste de largo sin notarme; solo te pusiste a escribir en tu libreta – dijo ella como recriminándomelo. Estaba claro, me había notado y lo del teléfono celular había sido un IDI.
- Te reconocí en cuanto me senté, pero tenía que escribir algo urgente que tengo que recordar más tarde – conteste, como valorándome lo suficiente.
Al estar teniendo una respuesta positiva de parte de ella, tuve la oportunidad de llevar la conversación en cierta dirección. En un punto de la conversación dijo:
- La verdad es que no salgo mucho.
Adelante que me estaba levantando una barrera, pero repuso:
- Por mi situación.
- ¿Qué situación? – pregunte.
- Tengo una niña y soy sola, no tengo mucha oportunidad de salir – me explicó. - ¿Quieres ver su foto? – dijo con entusiasmo.
- Claro – respondí mostrando interés.
Había logrado avanzar de la nada, por un terreno de dificultades, con una mujer hermosa, y el destino ya me estaba poniendo otra vez a prueba ¿Por qué a mí?
Con el tiempo comprendí que si quería lograr algo con ella, necesitaría de una estrategia y un tacto diferente.
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[…presente…] En la versión original de Evoluciona o Muere! Este post se complementaba con otros más en los que se explicaban algunos de los términos utilizados aquí, pero actualmente no los tengo publicados, tal vez los vuelva a subir después, así que a continuación dejo una breve explicación de los términos usados en este post para quien no los conozca:
*Feedback: es una retroalimentación, significa ida y vuelta, conjunto de observaciones, preocupaciones y sugerencias, con la intención de mejorar un funcionamiento, para que la mejora continua sea posible.
*Frase de entrada del tipo “observa-pregunta-elogia”: la había creado para nunca quedarme sin saber que decir al momento de abordar a una mujer por primera vez, consistía en “observar” qué había en ella que “realmente” me llamara la atención, podía ser un objeto, una prenda o una cualidad en ella, pero “nunca” nada sobre su cuerpo o su belleza; luego “preguntaba” algo sobre eso que me había llamado la atención y finalizaba con un pequeño elogio sutil sobre eso que había preguntado, pero “nunca” sobre la belleza física de ella. Actualmente ya no la utilizo, pero era una buena técnica.
*IDI: Indicador De Interés, signos que revelan que una persona está interesada, estos signos son sutiles y no intencionados.
*Mystery y Style: dos conocidos maestros de la seducción.
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Evoluciona o muere!
evolucionaomuere.blogspot.com
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Fotógrafo: Ilona Shatokhina | Vía: www.BancodeImagenesGratuitas.com
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